… y me daban
por muerto
Hacía tiempo
que venía barruntando modificaciones en el Ser
un sutil y
casi imperceptible cambio de estatus
Desde luego
sospechoso era que la Lluvia no me calara y
que el Viento
silbara a todos menos a mí
Recientemente
incluso la Piedra se negó a que tropezara
no tres
no dos
siquiera una
vez en élla
… y me daban
por muerto
los perros
los gatos y
los ñus
Recientemente
incluso el Ornitorrinco se negó a que tropezara
no tres
no dos
siquiera una
vez en él
… y faltan
el chocolate
con churros de los domingos
el sabor a
tinta al mojar los dedos
para pasar las
páginas del periódico
la tortícolis
de una siesta mal acomodada e
incluso la
Mano que la finaliza con la Caricia
La hierba a
mi alrededor obstaculiza el proyecto de los pasos
con los que
anhelo recorrer la largancha sombra
del Ciprés hasta su Copa
Donde espero
que sí me moje la Lluvia
Donde espero
que sí me silbe el Viento
Hay demasiado
silencio
Solo suena
apenas
débilmente
como con
desgana
el aleteo
cansado de un pajarillo mudo
posado en las
frías letras de una lápida
… me daban
por muerto
y tenían
razón
D.E.P.
AUTOR: Juanje Frayfregona
Un existir frío. De un frío insensible.
ResponderEliminarMás bien una hipersensibilidad invalidante, como cuando un ruido monótono y ensordecedor elimina la posibilidad de apreciar el resto de sonidos. Gracias Julito.
ResponderEliminar