![]() |
Título del dibujo "BRINDIS" de Carmen Calvo |
Hay piropos que nos llegan al alma. Que nos emocionan. Aunque no nos lo digan a nosotros.
Hace pocos días fui con mi marido a un concierto aquí, en Denia. Unos estudiantes de música que han formado un grupo. Uno de ellos un exalumno de mi marido.
Durante la pausa, una señora se acercó a nosotros:
-Hola. Disculpa, ¿tú eras profesor de mi hijo Edu?
-Sí. Fui su profesor.
-Pues te he reconocido y simplemente quiero darte las gracias porque, gracias a ti, a mi hijo le ha llegado a gustar la historia. Después de años de escuela e instituto repitiéndole que era una asignatura interesante, que era importante… Nada. Ni caso. Siempre la odió hasta que te tuvo de profesor. ¡Qué cambio! Muchísimas gracias.
-Gracias a ti por decírmelo.
La conversación fue breve y, aparentemente, sin importancia.
Cuando salimos y ya de vuelta a casa le dije a marido: “Creo que esa señora te ha echado el mayor piropo que se le puede hacer a un profesor. Me ha emocionado. De verdad que debes sentirte orgulloso. Te envidio”.
Y es verdad.
AUTORA: Victoria Monera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario